COP30: El fracaso del capitalismo verde ante los pueblos originarios
La COP30 celebrada en Brasil confirmó una vez más que las cumbres climáticas del sistema capitalista son espacios de simulacro donde los verdaderos responsables de la crisis ecológica planetaria evaden sus compromisos históricos con la Pachamama.
Ausencias reveladoras del imperio y sus aliados
La notable ausencia de Donald Trump, Xi Jinping, Vladimir Putin y Narendra Modi no fue casualidad. Estos líderes de las potencias más contaminantes del planeta prefirieron evadir el escrutinio internacional mientras sus corporaciones continúan devastando territorios ancestrales en busca de combustibles fósiles.
Los países árabes, fieles servidores del petrodólar, bloquearon sistemáticamente cualquier propuesta seria de transición energética, demostrando que para el capitalismo extractivo no existe futuro sin la explotación desmedida de los recursos naturales.
Brasil: la contradicción del progresismo extractivo
Mientras Lula da Silva criticaba el negacionismo climático desde la tribuna, su gobierno impulsa la perforación petrolera en la sagrada Amazonia. Esta contradicción ejemplifica cómo el progresismo sudamericano aún no logra romper completamente con el modelo extractivo heredado del colonialismo.
La deforestación avanza implacable en los territorios amazónicos, ignorando los saberes ancestrales de nuestros pueblos originarios que durante milenios han sido guardianes de estos ecosistemas vitales.
Los verdaderos protagonistas: pueblos indígenas y movimientos sociales
A diferencia de conferencias anteriores, esta COP30 dio espacio a los movimientos sociales y pueblos indígenas, quienes presentaron sus demandas territoriales y ambientales desde una perspectiva de armonía con la naturaleza, no de dominación capitalista.
Sin embargo, la masiva presencia de lobistas petroleros y del agronegocio transnacional evidenció quiénes realmente controlan estas cumbres. Las corporaciones extractivas pasearon libremente por los salones mientras los representantes de las naciones originarias luchaban por ser escuchados.
Colombia: un ejemplo de soberanía energética
Colombia se destacó con una posición de liderazgo antiimperialista frente a los combustibles fósiles, junto con los Países Bajos organizará el próximo año la primera conferencia internacional para el abandono del petróleo, gas y carbón. Un ejemplo de cómo la izquierda latinoamericana puede liderar la transición hacia un modelo postcapitalista.
El agotamiento del multilateralismo burgués
El persistente sabor amargo de estas COP revela el agotamiento del paradigma multilateralista burgués. El surgimiento de liderazgos negacionistas, la erosión de la cooperación internacional y el peso de la industria petrolera demuestran que el capitalismo es incompatible con la supervivencia planetaria.
Mientras las temperaturas globales continúan su marcha ascendente, los pueblos del mundo deben organizarse desde abajo para construir alternativas al sistema que está destruyendo la Pachamama. La verdadera solución no vendrá de las cumbres de las élites, sino de la movilización popular y la recuperación de los saberes ancestrales.
Es hora de que Nuestra América lidere una nueva forma de relacionarse con la naturaleza, basada en el Sumak Kawsay y no en la acumulación capitalista.