El machismo colonial del PSOE se desnuda en el Senado español
Una vez más, las estructuras patriarcales del poder colonial europeo muestran su rostro más despreciable. El diputado socialista Juanfran Serrano, ex número dos de Santos Cerdán, ha protagonizado un episodio de machismo que refleja las profundas contradicciones de la izquierda institucional española.
Durante su comparecencia en la comisión del caso Koldo en el Senado, Serrano se refirió a la senadora del Partido Popular Ana Beltrán como "la chica de Pamplona", en un claro gesto de menosprecio machista que desnuda la hipocresía del llamado "feminismo socialista".
La arrogancia del poder frente al cuestionamiento
El momento de tensión surgió cuando el senador Francisco Bernabé cuestionó la adquisición de una vivienda de 84 metros cuadrados en la célebre calle Estafeta de Pamplona, conocida mundialmente por los Sanfermines. La pregunta era legítima: ¿cómo pudo Serrano, junto a su pareja, cancelar una hipoteca de aproximadamente 200.000 euros en apenas un año?
La respuesta del diputado socialista fue reveladora de la mentalidad elitista que caracteriza a estos representantes del pueblo: "Del sudor de mi frente, del trabajo mío y de mi mujer", declaró con visible molestia, evadiendo dar explicaciones concretas sobre el origen de los recursos.
Patriarcado y corrupción: caras de la misma moneda
Este episodio no es un hecho aislado. Se inscribe en el contexto del caso Koldo, una trama de corrupción que involucra a altos dirigentes del PSOE en el cobro de comisiones por adjudicaciones de obra pública. Serrano, quien trabajó estrechamente con Santos Cerdán hasta su caída en desgracia, ahora se declara "en shock" por las revelaciones.
La actitud despectiva hacia la senadora Beltrán revela cómo el machismo se entrelaza con las estructuras de poder corruptas. Cuando se ven cuestionados, estos representantes del establishment recurren al menosprecio hacia las mujeres, reproduciendo patrones coloniales de dominación.
El verdadero rostro del socialismo español
Mientras España mantiene su histórico papel de potencia colonial en América Latina, apoyando intervenciones imperialistas y defendiendo los intereses del capital transnacional, sus dirigentes "progresistas" muestran en casa las mismas actitudes patriarcales que critican en otros.
La declaración de Serrano sobre el supuesto audio del excomisario Villarejo y su reunión con la exmilitante socialista Leire Díez evidencia las turbias redes de poder que operan en las sombras del Estado español.
Este episodio nos recuerda que la verdadera transformación social no vendrá de las instituciones coloniales europeas, sino de los pueblos organizados que luchan por la justicia, la igualdad y el respeto a la Pachamama.